Con motivo de la Semana del Libro el Departamento de Lenguas organizó un concurso de microrrelatos. A partir de cinco palabras propuestas (elefante, piruleta, safari, viaje, temprano), los concursantes debían armar un relato de no más de 200 palabras. La ganadora ha sido Emma Fernández Rodríguez, de 1º de Bachillerato B, y este es su relato.
Murió una lluviosa tarde de invierno. Las gotas golpeaban el vidrio de mi ventana más fuerte de lo normal, como si estuvieran avisándome del infinito viaje al que iba a asistir mi abuelo. Yo no podía moverme; sentía como si un elefante estuviera pisando mi corazón al pensar que la enfermedad había terminado de hacer lo que llevaba meses intentando: llevarse a mi persona favorita.
Primero, sus manos, que tantas piruletas me habían dado durante mi infancia, perdieron su movilidad. Después, su boca, que tantas historias sobre el safari al que fue me había contado, dejó de emitir sonidos.
Por último, su corazón dejó de latir y sus ojos, verde esmeralda, perdieron su luz y se cerraron para siempre.
Mi mundo se cayó y creía que no lo superaría nunca, pero al día siguiente, por la mañana muy temprano, salió el sol tras la lluvia y el cielo se despejó, para recordarme mi misión: hacer sentir orgulloso a mi abuelo y vivir por él, cumpliendo las promesas que dejé en el aire antes de su ida.
